En la Doma Clásica el caballo va a realizar unos ejercicios, fruto de la preparación física y sistemática, en la que queda explicito la fusión de dos seres, el caballo y el jinete, en uno.

Se trata de una presentación en la que el caballo ejecuta el pensamiento del jinete. Obviamente para llegar al nivel de Gran Premio el caballo ha tenido una formación. Formación que podemos esquematizar en lo que se conoce como LA ESCALA DE FORMACIÓN.

Esta escala nace en la escuela alemana de Warendorf, centro de formación de la Federación Nacional Ecuestre Alemana. Es hoy la guía universal y orientativa para todos los caballos de doma clásica.

Se trata de una guía que nos acompaña desde las primeras montas del potro hasta el entrenamiento diario del caballo de Gran Premio. Solo podremos subir un peldaño habiendo `pasado previamente por el anterior.

La Escala de Formación consta tradicionalmente de seis peldaños:

  • Descontracción.
  • Impulsión.
  • Reunión.
  • Comunicación.

Todos los puntos de la escala están entrelazados e interactúan entre ellos.

Existen una gran variedad de métodos de entrenamiento, tanto como maestros, sin embargo cualquiera de ellos tiene que respetar la Escala de Formación porque más que un sistema de entrenamiento es el programa de estudios de colegio de los caballos.

Para su elaboración se han tenido en cuenta gran parte de los conceptos básicos del antiguo reglamento del ejercito alemán. Dentro de este reglamento se distinguen tres etapas o fases:

  • Fase de Adaptación: En esta fase se les dejaba a los caballos el tiempo para que se acostumbraran a la silla, al peso del jinete y las ayudas. Dentro de esta primera fase cobra especial importancia la descontracción.
  • La segunda fase sería la conocida como la Fase de Desarrollo de la Fuerza de Impulsión.
  • Y como tercera fase tendríamos la Fase de Desarrollo de la Fuerza de Sostén del caballo.

RITMO:

EL RITMO DE CADA AIRE NO DEBE DE ALTERARSE NUNCA.

Nuestro caballo no debe de perder el ritmo. Sabemos que los caballos por naturaleza se mueven con ritmo, de forma que en el prado o en libertad no solemos ver caballos irregulares, salvo por lesiones.

Así que si cuando nos subimos los caballos pierden el ritmo debemos de determinar si puede deberse a una lesión o la causa se debe al jinete.

En cada aire el caballo tiene un ritmo. Ritmo de cuatro tiempos al paso; de dos, más un tiempo de suspensión, al trote y de tres tiempos más un tiempo de suspensión al galope. Cuando un caballo lateraliza al paso o galopa en cuatro tiempos pierde el ritmo correcto.

El primer punto que hay que cumplir es que el caballo mantenga el ritmo uniforme de su aireen todo momento, que la pauta de repetición de las extremidades en su apoyo sobre el suelo se mantenga a intervalos regulares e iguales entre sí.

El ritmo correcto de cada aire con sus tiempos claros es la evidencia de una preparación correcta.

A medida que avanzamos analizando la Escala de Formación comprobamos que le ritmo cobra máxima importancia en los demás puntos.

Si nuestro caballo está tenso y no logramos descontraerlo aparecerán irregularidades en el aire.

Un contacto erróneo, más fuerte en una rienda, siempre conlleva irregularidades en el ritmo.

Un caballo que no esté recto difícilmente puede mantener un ritmo correcto.

DESCONTRACCIÓN. Estar suelto, relajado.

¨ LA DESCONTRACCIÓN SE REFIERE AL ESTADO DEL CABALLO, FÍSICO Y PSIQUICO, DE MÁXIMA RECEPTIVIDAD ¨.

Es el estado esencial para enseñar y montar sin gran esfuerzo por parte del jinete.

Si comparamos a nuestro ¨ Atleta Caballo ¨ con el Atleta Humano ¨ podemos decir que la fase de descontracción corresponde a la fase de calentamiento en los humanos. La finalidad es la optima preparación para el partido, el concurso o la sesión de entrenamiento.

El caballo descontraido está activo y relajado a la vez.

En el caso de potro, la relajación y la descontracción, puede ser el trabajo de toda una sesión de entrenamiento. Nuestro peso lo puede desequilibrar porque el punto de gravedad cambia al llevarnos encima. Así que el caballo joven tiene que aprender a llevarnos, a moverse con esta carga adicional y esto, en un principio, puede producir tensiones.

Todo es nuevo en la vida del potro, lo que conlleva que su musculatura no se relaje correctamente.

No obstante, hay caballos que se tensan toda la vida al tener que aprender algo nuevo y ante cualquier ejercicio nos encontramos con la contracción, con la tensión. Por el contrario, los hay que entran en estado de receptividad, de descontracción con facilidad.

¿ Por qué descontracción?

Porque no podremos trabajar, ni avanzar correctamente con nuestro caballo en los peldaños de su preparación.

Solamente un caballo descontraido puede y quiere colaborar con su jinete. No podremos preparar o entrenar a un caballo que no colabora

El estado de funcionamiento fisiológico y físico de la musculatura, con una contracción y descontracción correcta, solamente está garantizado si no hay tensión o dolor.

¿ Cómo notamos que el caballo está descontraido?
  • La primera señal es que se mueve con ritmo.
  • El caballo se deja flexionar a un lado y a otro.
  • El dorso trabaja correctamente.

El hecho de que el caballo se descontraiga está en relación directa con el hecho de que utilice su dorso. El puente entre el tercio posterior y el anterior.

Lo más importante es confirmar que el dorso realmente llega a trabajar.

  • Hay caballos que traen consigo mucha suspensión en el movimiento y sin embargo su dorso no oscila
  • Incluso hay caballos que oscilan hacia abajo con su dorso en vez de hacia arriba. Estos caballos presionan hacia abajo la cruz. El movimiento de sus manos es hacia abajo, en vez de hacia delante y hacia arriba. Estos caballos se precipitan en sus movimientos y presentan unas espaldas rígidas.

Casi podríamos decir que el centro de la descontracción está en el dorso del caballo, en el puente de unión del tercio posterior con el tercio anterior.

Es requisito absoluto para poder trabajar sobre los posteriores que el dorso oscile hacia arriba y hacia los laterales además de tener una musculatura fuerte.

Gracias a un buen empleo del dorso nuestro asiento será correcto, será armónico y elástico, el caballo nos llevará con él.

Biomecánica del caballo de deporte.

El jinete debe de tener nociones básicas de anatomía y de biomecánica si quiere avanzar en sus conocimientos hípicos.

En el lateral donde el posterior está avanzando se comprime el área torácica, las costillas. Esta compresión se refleja también en la columna vertebral, que se mueve horizontalmente y en consecuencia, concretamente se arquea hacia el lateral opuesto. A continuación avanzará el posterior del lado opuesto y se repite el proceso en el lado contrario.

Se crea un movimiento de péndulo izq-dcha-izq-dcha en el puente (Dorso).

Cuando el posterior avanza y el costillar se comprime ligeramente, la cadera del mismo lado baja a la vez y el dorso sube y se abomba hacia arriba. Esto significa que además del movimiento horizontal que hemos visto antes, también se crea un movimiento vertical en la columna vertebral.

La amplitud con la que los posteriores entran debajo de la masa se favorece y está en relación con el abombamiento del dorso, sin embargo no tiene que ver necesariamente con la velocidad con la que montamos hacia delante.

El jinete necesita que el caballo descontraiga el dorso y que los posteriores avancen activos hacia delante. Al principio, en el caso el potro, el peso del jinete desequilibra al potro de tal manera que le costará mucho alcanzar el estado de descontracción. Cuando el caballo se acostumbra a llevar el peso del jinete, cada vez estará más relajado y el dorso del animal oscilará de una manera más optima.

El caballo solamente puede aprender a moverse de esta manera si le facilitamos las cosas. Imprescindible para ello que el caballo confíe en el jinete. Así podremos tenerlo de nuestra parte y desarrollar sus fuerzas, canalizarlas y potenciarlas positivamente.

Si en este momento de adaptación a nuestro peso le exigimos más de lo que nos puede dar, por ejemplo, con ejercicios difíciles para los que aún no está preparado, ni física ni psíquicamente crearemos resistencias y fomentaremos la base para los grandes problemas del mañana. El caballo trabajará en contra de nosotros y puede que mantenga esta actitud a lo largo de su vida. Le estaríamos enseñando la resistencia. Por ello es tan importante, en el estado temprano de la preparación del caballo, mantener la suficiente paciencia para esperar al caballo.

¿Cómo logramos que nuestro caballo se descontraiga?

En términos generales, activando a los caballos perezosos para que vayan hacia delante y tranquilizando a los más nerviosos para que no se precipiten.

Los ejercicios que empleamos para ello dependerán de la edad del caballo.

  • Trabajo a la cuerda.
  • Paso medio o largo con las riendas dadas.
  • Paso medio o largo con las riendas en ligero contacto.
  • Líneas curvas en trote levantado.
  • Círculos.
  • Transiciones trote-galope-trote.
  • Cesiones a la pierna. Espalda adentro.
  • Uso de los cavalettis.
  • Salidas al campo.
  • Transiciones trote-paso-trote.
  • Piruetas al paso, sobre las manos o sobre los posteriores.
  • Medias paradas.

EL CONTACTO.

El contacto es la constante conexión , uniforme en ambas riendas, entre la mano del jinete y la boca del caballo.

La idea clave es que el caballo busca el contacto mientras el jinete lo permite.

El buen contacto solamente puede producirse en el momento en el que tenemos, activamente, un control absoluto sobre nuestro cuerpo. Requisito para el contacto correcto es la independencia de nuestra mano, de nuestro asiento, de nuestra pierna, de cada una de las partes de nuestro cuerpo.

Nunca encontraremos un contacto correcto si necesitamos de nuestras riendas para sujetarnos.

Tanto el jinete, con respecto a la boca del caballo, como el caballo, con respecto a la mano del jinete, desean que el contacto sea ligero, suave y constante.

El contacto es lo que permite canalizar toda la energía y la fuerza que viene desde los posteriores del caballo hacia delante, pasarla por el dorso y recibirla en la mano del jinete.

Cuando conseguimos un contacto suave, un buen contacto, una buena comunicación, podemos observar que el caballo mastica, tasca la embocadura, con la boca cerrada y produce salivación, lo que hace formar una espuma blanca en la comisura de los labios.

La espuma se debe a la relajación de las glándulas salivares.

El contacto puede tener diferente peso, sin embargo es deseable que no supere unos gramos o miligramos.

Por un instante puede aumentar el contacto cuando el caballo no respete la mano del jinete, pero la mano del jinete debe ceder en el preciso instante que el caballo cede.

Lo ideal es que el contacto con la boca del caballo sea en todo momento suave y elástico.

Señales que denotan problemas de contacto:

  • Boca abierta.
  • Dientes que rechinan.
  • Lengua fuera.
  • Caballo que tira de la mano del jinete como si quisiera arrancarnos las riendas de las manos.
  • Caballo que bizquea.

En una equitación correcta el contacto suele volverse cada vez más fino.

¿Qué podemos hacer para mejorar el contacto?

  • Asegurarnos de que nuestro asiento es impecable,
  • Tener dominio sobre nuestro cuerpo a caballo,
  • Tener un asiento y ayudas independientes,
  • Utilizar más nuestras piernas y nuestra espalda en vez de usar nuestras manos. De esta manera no tendremos la sensación de llevar un peso de kilos en cada una de nuestras riendas.
  • De vez en cuando, dar clases de cuerda y asiento. Una persona pie a tierra nos puede ayudar mucho. Sacaremos al caballo al trote, o al galope, con nuestro asiento, ni siquiera con nuestras piernas. Montaremos transiciones sin nuestras riendas. Pararemos al caballo solamente con nuestra espalda.

 

Necesitamos del contacto para poder avanzar en el siguiente punto de la Escala de Formación (La impulsión).

Los tres primeros puntos de la Escala de Formación acostumbran y familiarizan al caballo. Conforman la fase de adaptación.

En el siguiente número de nuestra revista desarrollaremos los tres siguientes peldaños de la Escala de Formación:

  • Impulsión.
  • Reunión.